Este recorrido, bastante completo para un domingo poco soleado, es más bien una ruta casual, especialmente si por llevar GPS te vas adentrando en un territorio inmenso donde se realizan maniobras militares. Menos mal que aún nos queda nuestra orientación personal, fruto de muchas otras embarcadas.
Al final una ruta con buenas pendientes y disfrutones descensos; sencilla pero exigente a la vez... y con buenas vistas.
Salimos de la ya conocida pasarela del voluntariado para, tras cruzar las huertas del Ebro entre Juslibol y Alfocea, entrar al campo de San Gregorio por su entrada más cercana, bajo unas antiguas cuevas. En un principio la intención era subir al Castillo de Miranda, pero nuestro afán por subir nos hizo dejarlo abajo a nuestra derecha y llegar a una pequeña paridera. Allí decidimos seguir subiendo y adentrarnos un poco más, llegando a un vértice geodésico marcado por un alto poste. Aquí es donde empezamos a dudar de si nuestra aventura nos llevaría a buen puerto o acabaríamos en las Bardenas. Estudiando el GPS y siguiendo nuestra intuición bajamos al fondo del valle y volvimos a subir al encuentro de una gran antena de telecomunicaciones alimentada por dos grandes placas solares. Desde allí se disfrutan buenas vistas (si no hay maniobras, claro). Bajamos una pista bastante rota por las lluvias en la que los "bajadores" se pueden deleitar. Y por fín damos con la pista principal que nos lleva a la Paridera Cuéllar o "casa del reloj" , y finalmente a La Alfocea. Terminamos rodando por los sotos del Ebro hasta los Galachos de Juslibol y de allí a casita. ¡Menos mal que no hemos tenido que llamar al 112!
Por las huertas del Ebro, frente a la maltrecha Torre Alqué.
Acceso a San Gregorio...
...bajo las cuevas de La Alfocea.
En la Caseta Bierge.
Poste de cota 368 m.
Bajando para volver a subir hacia la antena de telecomunicaciones.
Se intuye dónde estamos metidos.
¿Nos observan desde ahí arriba?
Frente a la Paridera Cuéllar...
...o casa del Reloj
Vuelta por los sotos del Ebro.
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